La neorreligión, la Inteligencia Artificial», la nueva quimera de las transnacionales tecnológicas, que invierten inconmensurables cantidades de capital en convencer al mundo de la falibilidad humana y la inteligencia que la biología ha necesitado millones de años en conseguir, incluyendo la infinitud del caos en la variación de la pulsión humana, que el propio humano, en una revolución tecnológica de un par de décadas, asegura haber conseguido y demostrado, mediante evidencias científicas espurias cuya demostración es evidenciada por un algoritmo que es asumido como válido por una conciencia objetiva previamente degenerada por esa subsección de la revolución tecnológica como es la revolución electro-doméstica.
Así de presuntuoso es este ser que es capaz de recrear, sin lugar a dudas, la pulsión humana, y no poder remediar la catástrofe climática imparable que se nos viene encima. Claro no habrá tiempo para poder llevar el método científico hasta sus últimas consecuencias para desarmar los rimbombantes «logros» de la pseudociencia que contaminan la Ciencia, y es que claro, mientras haya tanta pasta y tanto interés corporativo, que además genera inconmensurables beneficios empresariales, nadie puede dudar de la veracidad del «logro» es más, dudar de ello significa estar en contra de la propia Ciencia y la evolución tecnológica, al igual que dudar del sionismo es ser considerado antisemita, o combatir las granjas de vientres de mujer significa ser homófobo, o ser completamente contrario al ecocapitalismo es ser considerado negacionista sin más. La falsedad y tergiversación lacrimógena y neoliberal como argumento sacrosanto.
La aberración y estupidez, lo pretencioso y petulante de «ESTO» requeriría de una disertación de más extensa que una enciclopedia.
Pero ellos tienen los medios, ellos tienen el capital, ellos tienen el poder estatal y mediático, me refiero a las transnacionales tecnológicas, esas mismas que promueven golpes de estado para abaratar exponencialmente las materias primas, ergo producción, y disparar los beneficios en pro de los suculentos dividendos entre accionistas.
POR SUPUESTO CONTANDO CON LA FABRICACIÓN DEL CONSENTIMIENTO EN LA POBLACIÓN CONVENIENTEMENTE DESPOSEÍDA DEL JUCIO CRÍTICO MÁS BÁSICO
Disfruten de esta MIERDA, y no tarden en aprehender convencimiento con todas las publicaciones de esas transnacionales cargadas de no se sabe qué método científico autocrítico insito desde siempre en la CIENCIA.
Si pueden escúchenlo en un archivo MP3, con eso habrán completado el círculo de la estulticia.
Alfonso Ortega Lozano 
[…] BEETHOVEN EN UNA CALCULADORA (el litio y las tierras raras en la consecución de la Décima). […]