La Transmutación
El ensayo preliminar de «La Transmutación»
La experiencia que supone para un compositor, el percibir cada uno de los sonidos escritos por él en la partitura al dictado de su discernimiento, cada vez que puede reconocer la pulcra y celosa interpretación de las frases diseñadas de manera insuperable, con un infinito respeto por cada pasaje, cada vez que se puede recrear en su propia creación con deleite y paz porque ¡SUENA TODO!!! Y SUENA CORRECTO!!, la experiencia (repito) no es comparable a ninguna otra sensación percibida por el resto de mortales. Cuando esto ocurre, la quimera del compositor se hace tangible, tanto que la llega a rozar con la punta de los dedos y es entonces cuando percibe que esa anhelada realidad pasa a convertirse en «realidad» a secas, esto le permite el lujo de asegurarse a sí mismo el haber encontrado el medio por el cual, él mismo puede llegar realmente a cada uno de los oyentes, ese medio, en este caso, es el que le representa, el que verdaderamente defiende su obra en directo y por lo tanto le defiende a él mismo porque refleja su verdadera imagen con todo detalle y honestidad, haciendo sonar la obra como verdaderamente debe sonar. Ese medio desde hoy tiene nombre para mi WASEI DUO, tras un trabajo intenso hoy he encontrado la paz para esta obra (mil veces interpretada), no me han sorprendido, lo hubiesen hecho de no haber creído en su proyecto, todo era de esperar pero, para un compositor (al menos para mi), conseguir la paz y la calma con una de sus obras tras confiársela a unos intérpretes, es lo más importante con diferencia. Gran experiencia la de hoy…
Alfonso Ortega Lozano 