REFLEXIONES – MEDIOS

Crítica del estreno de Hanshakou Kôbô

https://alfonsortegalozano.wordpress.com/2017/03/30/critica-de-raul-jimenez-en-audioclasica-sobre-hanshakou-kobo

ENTREVISTA EN NUEVA TRIBUNA

Mi entrevista en Nueva Tribuna, realizada por Hache Costa…

Una entrevista densa, perfectamente planteada, una experiencia maravillosa. Gracias a Costa y a Nueva Tribuna por darme voz….

http://www.nuevatribuna.es/articulo/cultura—ocio/musica-contemporanea-alfonso-ortega-saxofon/20161205192246134515.html

entrevista

MÚSICA CONTEMPORÁNEA

«El trueque yo te programo-tu me interpretas es lo más ruin de la política musical de este país»

El músico madrileño, Alfonso Ortega ha explicado a Nueva Tribuna sus caracteristicas en una entrevista en la que también expresa fuertes críticas hacia la creación artística y la política musical académica institucional.

El compositor ha ideado un innovadora técnica que amplía de manera espectacular las posibilidades del saxofón, un instrumento básico en la creación musical actual

NuevaTribuna: Ha ideado un sistema mediante el cual se amplían de manera espectacular las posibilidades del saxofón, un instrumento básico en la creación actual. ¿En qué consiste?

Aportar algo, aunque sea poco, ya es un milagro. Una vez confirmado con grandes maestros del instrumento a nivel internacional que jamás se había realizado anteriormente, puedo decir que mi obra es la primera escrita para una técnica que he llamado “saxofón preparado”. La técnica no es compleja, es una disposición sobre un tipo de interpretación llevada a cabo por cientos de saxofonistas, como es la de saxofones simultáneos, en la que un solo instrumentista trabaja con dos saxos a la vez; muchas veces esta interpretación se realizaba con una mano en cada uno, al estilo del aulós griego, y si se hacía con las dos en uno, el otro funcionaba como bordón en la afinación del saxofón, con todas las llaves abiertas. La aportación consiste en la preparación de uno de ellos mediante la obturación de una combinación de llaves para la consecución de diversas afinaciones imposibles de obtener de otra manera. Con esto consigo realizar combinaciones sonoras que pueden mutar en relación a la estructura elegida para cada fragmento o movimiento. Esta técnica en dos saxofones de diferente afinación me ayuda a trabajar con sonoridades adyacentes, consiguiendo una interesante riqueza tímbrica y armónica. Me recuerda, lejanamente, a la preparación que Cage hacía de sus pianos, de ahí lo de “saxo preparado”.

Gallo (P)

Dragón (P)

Serpiente (P)

(Fotos y partituras: ©Alfonso Ortega)

NT: La aplicación práctica de esta innovación es la obra Hanshakou Kôbô (Fábrica de Reflejos en japonés) para piano, saxo y saxo alto preparado…

Es la primera obra escrita con esa técnica en la historia del saxofón, más exactamente su segundo movimiento Shukakushitsu (Sala de Recolección), que es donde está desarrollada. Por otro lado, en el tercer movimiento, Tenjishitsu (Sala de Exposiciones) realizo una técnica que intenta evocar las partituras del Ars Subtilior, a la que denomino Pareidolias, ya que el resultado es la sonorización de dibujos realizados con estructuras sonoras, algo que me llevó un tiempo, ya que esas imágenes sonoras deben funcionar técnicamente, si no se quiere caer en un simple y absurdo manierismo deshonesto.

NT: Será presentada el 27 de marzo del año próximo en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. ¿Cómo está siendo la experiencia de ensayar con Andrés Gomis y Kayoko Morimoto, instrumentistas de lujo que acometerán el estreno mundial?

Cuando uno sabe que se confía a profesionales fiables, duerme tranquilo. Esa es mi experiencia, la calma, la serenidad, la garantía de que mi obra está en las mejores manos. Kayoko es amiga desde hace años, mimará e interpretará la obra a la perfección. Para mí significa despreocupación y calma. Joan Guinjoan me repetía: “Ten cuidado con quien interpreta lo que escribas, porque ante el auditorio, el culpable siempre eres tú, nunca el instrumentista”. He tenido experiencias traumáticas con algunos intérpretes que, por falta de nivel o de estudio, han destrozado mi música. Con Kayoko tengo garantía de que lo que escribo va a sonar como lo he escrito. En cuanto a Andrés, fijémonos en su dilatada y exitosa carrera, poco más debo añadir. Estoy feliz.

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NT: Usted se ha relacionado con algunos de los compositores más importantes de la Generación del 51, de la que forman parte nombres ilustres como Agustín González Acilu, Claudio Prieto, Luis de Pablo, Cristóbal Halffter, Antón García-Abril… Cuando uno los lee, o conversa con ellos, da la impresión de que nada ha cambiado. ¿Está el mundo cultural nacional en su peor momento histórico o, sencillamente, siempre ha sido igual?

Nos toca nacer donde nacemos, es algo que no elegimos, y desde que nacemos debemos socializarnos, lo mejor posible, donde nos ha tocado ver la luz. Nací en un país donde el desprecio por la música y sus “proletarios” es mayúsculo, donde las migajas de la política necia -dominada por sujetos carentes de espíritu crítico constructivo, ético y estético- marcan la realidad de este arte. España tiene un legado musical, no solo igual sino muy superior al del resto de países occidentales a los que mitificamos tanto, por nuestra falta o desprecio a la memoria. De la misma manera existe un nexo atemporal que une a Tomás Luis de Victoria con cualquier compositor sinfónico actual; la queja y la angustia permanente por lo mal que está todo y la poca esperanza de que algún día este desastre pueda cambiar a mejor ya se tenía claro en el siglo XVI, y sin embargo nuestra idiosincrasia es la que es. Momentos históricos lamentables para nuestro hiperatomizado gremio han existido toda la vida, y seguirá habiendo, porque quienes gimotean y lloran desconsolados por los rincones de sus propias burbujas existenciales nunca han movido un dedo si no ha sido más que por su propio ombligo. Es fácil rasgarse las vestiduras en privado y luego reptar por las migajas que el politicastro o el mísero gestor funcionario te lanza como a las palomas en los parques y, de paso, no dudar en pisotear a quien ose disputártelas. Comenzando por el trueque, cuya propuesta reza: “Yo gestiono, yo te programo, tu me interpretas” y la respuesta “tú gestionas, tú me programas, yo te interpreto”, aunque sólo sea una vez, nos encontramos ante lo más bajo, vil y ruin que puede existir en la política musical académica de este país, una dinámica obsoleta y mercadera en un bucle infinito, en el que algunos nadan como verdaderos tiburones.

NT: ¿Hay que llamar al público, atraerlo, o sencillamente ignorarlo?

Escribo para ser escuchado, comprendido, con la necesidad de compartir mi experiencia vital con los demás. Componer es dar, esperando, aunque sea, el reconocimiento de la experiencia estética de quien te escucha. Si, por el contrario, lo único que se recibe es la incomprensión o la mirada perdida del que no ha entendido nada, termina siendo un estéril y absurdo monólogo. Por otro lado, debo ser coherente con el espacio-tiempo que ocupo, con la sociedad en la que habito, y esto conlleva una serie de “obligaciones” para el papel que te ha tocado jugar, y ser consecuente: no puedo convertirme en un ser anacrónico, no puedo y no debo permitírmelo aunque el auditorio lo sea, de hecho lo es auditivamente en varios siglos, aunque no lo sabrán jamás si alguien no se lo evidencia. Debemos ser realistas, si al público le haces experimentar más allá de la estructura de villancico renacentista y de las sonoridades del clasicismo, sin llegar a Beethoven por supuesto, creen asistir a acontecimientos subversivos. Evidentemente, el adoctrinamiento sonoro es bestial; cuando naces tienes dos sensaciones primigenias que se te quedan grabadas a fuego: el rostro de tu madre y el sistema tonal. Las formas de acercar las estéticas coetáneas al auditorio para evidenciar su anacronismo han obtenido éxitos diferentes, pero, en conjunto, podemos decir que apenas han conseguido lo que se proponían sus promotores, así que esto nos lleva a pensar que no se están haciendo bien las cosas.

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NT: ¿Cómo podría un compositor musical hacer ver al público lo necesario de que se forme culturalmente, como una vía de desarrollo personal?

Algunos realizamos un arduo trabajo en el proyecto Echoes 1.61 Ensemble, que recorrió en 2013 varias universidades y conservatorios superiores, una gira que incluso nos llevó a Portugal. Realizábamos un acercamiento práctico a las vanguardias del siglo XX a profesorado, estudiantes y público. Contó con una calurosa acogida, porque funcionaba y llegaba, levantaba el ánimo y la curiosidad. La praxis demostró que esa vía daba frutos inusuales, socializaba el conocimiento y entendimiento de los lenguajes de vanguardia y acercaba al público, como nunca antes, a los grandes exponentes. Muchas piezas podrían ser valoradas por un público más preparado en los lenguajes que les son propios. Algunos “exponentes” del paisaje “creativo” del Estado, en connivencia con el ente público, no tardaron en destrozarlo, y aquella “misión pedagógica” quedó neutralizada en su fase inicial, en la que se consiguió mucho más que el resto de iniciativas programáticas juntas emprendidas hasta el momento. Sin incluir los enormes resultados de Almuvan, primer ensemble de música contemporánea formado, exclusivamente, por alumnos de grado medio de todo el Estado, al que luego han seguido muchos otros en otros centros… pero una trama de corrupción latente hoy día dio al traste con el conservatorio, y todo lo en él contenido. O las cuatro ediciones de los Encuentros Nacionales de Creación e Investigación, que los mismos protagonistas hicieron lo imposible por hundir cuando la fórmula comenzó a dar resultados sorprendentes. Lo que realmente me ha quedado es un muestrario ingente de dudas: ¿Realmente existe voluntad de ayudar a conocer? ¿Realmente se quiere atraer al público hacia la belleza, lo más objetiva posible, o hacia el alimento de la autoestima del que ha escrito “eso” que nadie entiende?

NT: ¿El arte nos hace más felices?

Aquí entra en juego la subjetividad. Objetivamente, el arte, de poseer una función, evidentemente es la de promocionar de alguna u otra manera la felicidad, o lo que se pueda considerar como tal. Pero todo es relativo. Si por felicidad entendemos la capacidad de ser consciente, el placer que procura el poder de discernimiento puede proporcionar algo cercano a la felicidad, siempre que no se utilice como vara de medir con la realidad circundante. Si, por el contrario, uno aboga por “la celebración de la ignorancia” saganiana o la estulticia, evidentemente el arte es una fuente inagotable de desgracia, por lo que de consciencia y humildad de la propriocepción conlleva; por esto, cuando un estúpido se siente en desventaja eleva el entretenimiento chabacano y el subproducto resultante de la “creatividad” proveniente de la mercadería industrial, en un sucedáneo de enjundia intelectiva al alcance de todo integrante del sistema y se incluyen adjetivos como «bonito» y «entrañable», o se confunde la puerilidad y mediocridad con la falta de prejuicios y el combate a una élite que no es tal, porque la élite es un grupo prefabricado, no es natural, el arte sí lo es, o al menos es la herramienta por la que el hombre y la mujer intentan plasmar su visión de la naturaleza de la que forman parte.

P: ¿Su respuesta sería…?

No lo sé. En mi caso es algo bipolar, una verdadera experiencia estética me proporciona una felicidad única e incomparable, quizá es lo más cercano al amor que siento por mi hijo pero a nivel general. Me provoca un efecto filantrópico, un acto sexual con todos mis semejantes.

NT: Vivimos en un mundo donde, probablemente por influencia de las redes sociales y el protagonismo que ofrecen, todo el mundo se considera como un creador de contenidos dignos de ser reseñados. No obstante, la verdadera innovación y creación sigue estando reservada a unos pocos…

Existe una tendencia que es la de la autosugestión, considerarse el centro del universo; paradójicamente, el mayor fenómeno de masas de la historia de la Humanidad se ha convertido en una herramienta para exacerbar el individualismo y el SuperYo. Todo el mundo se ha convertido en enfermizamente exhibicionista, en un ejército uniformado de protagonismo pueril, con los problemas que reporta esa actitud, sobre todo en los menores. Si añadimos el “algo es verdad en la medida en que yo lo conozco”, “algo es válido en la medida en que yo lo comprendo”, “algo existe en la medida en me suena”, o “algo merece mi consideración en la medida en la que se ha creado mientras yo existo”, aderezado con la fugacidad meteórica de la memoria y el horizonte de sucesos, al final te encuentras a personas que aseguran haber descubierto la rueda o el fuego sin tan siquiera hacer una mínima indagación o un breve ejercicio de observación, mirando qué son esas cosas de goma sobre lo que se desplazan las bicicletas o los coches, o qué es eso que surge de las velas o los mecheros con los que su padre enciende un cigarrillo. El desconocimiento y la negación de todo lo que se escapa a tu precaria existencia te hace perder información y perspectiva, lo que conlleva una sobrevaloración y una patética impresión de unicidad de lo que eres y una indiscutible invención de lo que generas. La verdadera innovación está reservada a aquellos que están dispuestos a cotejar todos y cada uno de sus movimientos y además no temen buscar y requerir toda la información que tire por tierra su supuesto “descubrimiento”. Ser honestos con la utilización de esa información, y sobre todo respetuoso y humilde con todo lo que te antecede, ser consciente de lo que supones en los cientos de millones que te han precedido y de los que has heredado lo que eres y de los casi ocho mil millones de conciudadanos con los que cohabitas en la tierra; pero, para eso, es necesaria la cualidad que hace diferente al artista y al creador, que es la empatía. La confusión de la que hablamos, el estado real de todo esto, desnivela más la balanza hacia la antiartística y soez psicopatía en las que tiene fuerte fundamento el pirateo de ideas. Pero me gustaría terminar, si me lo permites, con un tono más optimista y aconsejar a todo el mundo que registre, registre y comparta todo, pero registre; las ideas están para ser propagadas y disfrutadas como cada cual estime oportuno, pero sin olvidar nunca que las ideas son uno mismo.

A modo de Epílogo de la entrevista

Aun así, no puede esperarse gustar a todo el mundo y mucho menos encontrar una postura afín en la oficialidad musical estatal, cuyo fundamento de supervivencia se ha servido de este «trueque» desde tiempos arcanos, la oficialidad y su tejido profesional (unos más que otros) no pueden alinearse con posturas opuestas a sus propios intereses y al sentido del statu quo en el que sobreviven y nadan como pez en el agua desde su nacimiento en este microuniverso de la Música académica en general y de la faceta vanguardista en particular.

Lo que en un principio se postula como una crítica constructiva que trata de promover el movimiento de conciencias y una base de debate sobre la realidad añeja de este proceder asumido instintivamente, sacrosanto, inmutable, como ley de oro o divina inapelable, que podría resumirse en un «como Dios manda» o con un lacónico «así son las cosas» o «así funciona esto», en lugar de un más realista «así lo tenemos montado los que discernimos qué es lo bueno y lo no bueno, que para eso tenemos las herramientas estatales bajo nuestra voluntad, porque sólo nosotros sabemos lo que conviene a las almas de los mortales…», se convierte se reconduce, meteóricamente hacia el concepto de ataque al Sistema con excesiva frivolidad.

En cuanto a la innovación del «SAXO PREPARADO», aun hoy me sigue sin constar ni a mi, ni a mis fuentes de información que tal idea se haya dado, eso sí, tras 30 años de trabajo, más los anteriores académicos, aquí y en el extranjero, tras miles de obras escuchadas y presenciadas en donde no existía ni rastro, ni se la esperaba, de dicha técnica, curiosamente, desde que la idee, han surgido algunas voces de compañeros (o lo que sean), que tras haber tenido mi obra en las manos, o noticias de ella, aseguran haberla presenciado por doquier y utilizado por ellos mismos, sin que hasta ese momento, los instrumentistas tuviesen noticia alguna de ella, como un verdadero caso de ufología organológica. Pero de haber existido y estar los instrumentistas conocidos por mi, y medio mundo, y yo equivocados, porque se ha podido dar el caso en el otro medio mundo que desconocemos, no dudaré en reconocer mi error, se debe ser coherente con las palabras de uno mismo, y el desconocimiento no implica el descubrimiento y menos aun la invención, como el Continente Americano en 1491 (en el 92 se empezó a conocer por los de este medio mundo, no por los de aquel otro medio).

Hasta cierto punto les entiendo a todos, no se diferencia mucho, para mi, de la lógica (creo que paradójica) en cuanto a la asunción del capitalismo salvaje por parte del proletario, con esa «esperanza» tan triste de, «asumo y no combato este Sistema por si existe la casualidad que en el mismo yo pueda encontrarme alguna vez entre los «elegidos«, y ser tocado por la mano de los que gobiernan, en este caso «los que saben».

Pero lo más triste es seguir con el «Continuum» del gremio en cuanto a la deplorable situación en la que se encuentra todo y la queja lacrimógena constante, sotto voce siempre por supuesto, observando cómo patéticamente luego adulan y genuflexionan la cerviz ante los tahures del sistema, que con su «divina» mano deciden quien pasa y quien no por el ojo de la aguja.

Partiendo de esta base permanezcamos callados y obedientes, como recuerdo pregonaba un «representante» externo ante los entes poderosos, de los intereses de una asociación de compositores cuando demandaba exactamente aquello con estas palabras: «mejor mantengámonos callados no estudien quitarnos lo poco que tenemos y retirarnos la ínfima subvención que mantienen con vosotros»…en fin, lamentable.

Para «desfacer» mi entuerto, ellos tienen el sistema, los medios, y la doctrina oficial (con el ínsito poder de obviar que todo eso proporciona), yo me tengo a mi y a los pocos que aun me quedan, pero uno siente las obligaciones que contrae cuando el olor hediondo te convence de que lo mejor es apartarse o autoexiliarse donde aun se pueda respirar. Esto conlleva un precio enorme, infinito, pero uno debe asumir las consecuencias de sus actos y de los dictados de su conciencia.

Animo a las autoridades políticas presentes y futuras para que en los próximos planes de estudio superiores, al alumno se le fortalezca de o a 85 la faceta política, corrección social y servilismo al Sistema, y reduzcan de 70 a 15 la calidad, el conocimiento y la búsqueda de la honestidad creativa o interpretativa, se conseguirá lo mismo que hoy y se hará perder menos el tiempo a los mortales…

E=mc^{2}\,\!

donde E (Reconocimiento sistémico de la Obra) es igual a m (producción) por c2 (capacidad de subordinación, servicio y mercadería de los principios al cuadrado). Siendo c una constante espacio-temporal, como todos sabemos, presente en todas las geografías y todas las épocas, tan determinantes en la conformación del santoral histórico-musical y en los currículos personales actuales.

Continuará…

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Entrevista en 2005 por motivo de la I Edición de los Encuentro Nacionales

http://www.abc.es/hemeroteca/historico-04-07-2005/abc/Toledo/alfonso-ortega-lozano-presidente-de-la-asociacion-de-compositores-interpretes-y-musicologos-de-castilla-la-mancha-en-esta-region-los-musicos-viven-en-la-inopia-es-una-muerte-en-vida_203568607834.html

Entrevista 1

Entrevista 2

Entrevista 3

Entrevista 4

Nihil curo de ista tua stulta superstitione
Quam periculosum est mansuetus!
«La adulación, bajeza del que adula; engaño del adulado y aún bajeza de los dos; porque su bajeza muestra el que gusta de su adulación, que no se fía en el valor de sus méritos.»

Francisco de Quevedo

Forbes es esa revista de prestigio inefable cuya temática versa sola y exclusivamente en mostrar a psicópatas criminales, y lo hace con verdadero orgullo. Es en definitiva el fiel reflejo de la sociedad del «triunfo» y la perfecta descripción de la Especie.

Bajo el eufemismo de «persona sin complejos» se oculta el estulto infame, que no llegando tan siquiera a la mediocridad en nada, se atreve con absolutamente todo. Bajo el eufemismo del que asegura «no tener filtro» se parapeta el sujeto con la educación de un quinqui criado en una cloaca.

La gentes de hoy han pasado de tener un desconocimiento absoluto del Arte de la Música a tener un desconocimiento absoluto e irreversible del Arte de la Música. Y lo más terrorífico es la completa inconsciencia en la que han acomodado esa inconmensurable estulticia.

Cuando alguien me afirma, con absoluto convencimiento, ese especie de pseudomantra de la corrección política que viene a decir: «De los jóvenes se puede aprender mucho», no me hacen falta más de dos minutos de intercambio de pensamientos con esa persona para saber a ciencia cierta por qué dice eso que dice.

A.O.L.

Al mediocre infame, plagiador de sí mismo y de todos los demás, se le suele catalogar por la masa estulta con el eufemismo de «prolífico». No es de extrañar que el mediocre infame tenga en el más alto concepto la mierda que gusta producir a velocidades vertiginosas.

A.O.L.

«Mi Nada energética»

Cuando te quieres dar cuenta de que lo que realmente intentas recuperar, para realimentar la mente o el ánima, son sensaciones propias de momentos del pasado y en ningún caso a personas, se te ha llenado el presente de mamarones que no querías volver a ver, intoxicándose el momento que intentabas rememorar, de tal manera que se ha esfumado por completo. Cuando se pretende hacer algo que contribuye a tu íntimo desarrollo vital, anunciarlo, que se ha hecho o se va a hacer, es nefasto. La gente no entiende que lo importante no es el reencuentro más que cuando este se produce con uno mismo, la presencia de personas ya enterradas en el tiempo son realmente contraproducentes y diluyen por completo absolutamente todo lo que buscas. Lo único necesario para vivir el nuevo momento, mientras revives el viejo y los fundes en uno solo, es aliñar la realidad con la banda sonora que hace posible la atmósfera que necesitas, creando una burbuja de soledad revitalizante donde la energía remanente invade el presente con la fuerza intacta que te ha hecho ser lo que eres. Recorre las calles solo, creando tu microcosmos con la música que te transporta al yo que aún vive en ti, verás como la percepción, e incluso la luz, de todo cambia y despiertas al día siguiente como rejuvenecido. Es imprescindible no sufrir ninguna interferencia, por lo que si ves a alguien del pasado intenta escabullirte, estos encuentros son los más indeseables, al hilo de esto conviene no olvidar nunca que las personas que conforman tu presente son las únicas con las que deseas realmente concluir el viaje dentro de muchos años, y las del pasado deben permanecer para siempre ahí. Concretar la banda sonora que te transportará con antelación es fundamental, saber que mientras dure todo el proceso de peregrinación estás completamente expuesto ya que tu sensibilidad y empatía alcanzarán las máximas cotas es muy importante, porque conlleva un peligro enorme ya que tu espíritu camina desnudo y con la guardia completamente bajada, serás totalmente permeable a cualquier lágrima, recuerdo o sonrisa que se cruce en tu camino y esto siempre termina siendo nefasto para tu presente que es el que necesitas fortalecer (por motivos de edad y experiencia) jamás cambiarlo ya que suele ser el resultado de lo que has buscado toda tu vida (así es en mi caso al menos). Todo lo excelso requiere un riesgo, a veces muy elevado, pero el resultado lo merece, por eso es extremadamente importante no cruzar y rehuir el contacto con cualquier persona, sobre todo del pasado, tanto o más como lo es la cuidadosa planificación, conformación y estructuración de una buena y sugerente banda sonora que te transporte realmente.

Lo positivo: Revives el motivo por el que en su momento decidiste no volver a ver a toda esa gente, que en realidad huiste literalmente de toda ella, a la vez de entender a la perfección lo acertado y saludable de la decisión.

Lo negativo: Comprobar lo precaria que es la memoria y cómo el tiempo puede llegar a distorsionar la realidad de una forma tal, que hasta lo más tóxico se torna en entrañable. La pérdida inexorable de energía vital se va corrompiendo generando pútrida nostalgia y esta un arma de doble filo impregnada de veneno y estupidez.

A.O.L.

En otros lugares lo desconozco pero lo que tengo seguro es que en España las personas con principios, orgullo y honestidad terminan en tres sitios: el ostracismo, la cárcel o el cementerio. Sin embargo los sujetos más miserables, soberbios y timadores tienen asegurados otros tres: la repugnante y tenebrosa «paz» de su hogar, el trabajo y el triunfo social. En un país cuya idiosincrasia es la podredumbre humana y la mediocracia el último siempre será el primero y el que por lógica debería ser el gusano mas despreciable puede llegar a ser – sin tan siquiera proponérselo – rey, presidente del gobierno o gran empresario, incluso artista consagrado.

A.O.L.

El castellano es el idioma más avanzado del planeta, pero en inglés, y gracia a la grotesca alienación actual, cualquier estupidez suena de maravilla y el interlocutor hasta se hace pasar por culto.

A.O.L.

¿Existe alguien en el mundo occidental neoliberal que no estaría dispuesto a fornicar consigo mismo cuando se contempla (y admira) en una fotografía de su época de juventud hoy en día? ¿O cuando está delante de un espejo, habitando aún en la juventud a día de hoy? Pues es exactamente ahí donde reside el principio del fin, la decrepitud y el fracaso en ciernes de Occidente. «Egotitis» es una enfermedad sistémica y atomizadora de toda una civilización decadente (por supuesto pasajera, que el tiempo borrará como al ególatra padeciente una vez sea devorado por los gusanos).

A.O.L.

¿Por qué alguien de ciudad estaría dispuesto a abandonar todas las comodidades y practicidad de la gran urbe para irse a vivir a la España vaciada?

Exactamente por eso, porque está vacía y porque ¿Qué se oye en el vacío? Nada, pues por eso también, porque no suena a nada.

En el momento en que no está lo suficientemente vaciada y suena, vivir en la España vaciada se convierte en una soberana y suicida estupidez, una forma de autorreclusión en la que se arroja la llave de la celda por el acantilado.

A.O.L.

Antes los pobres educaban a sus hijos para que aprendieran a ser pobres. Hoy los pobres educan a sus hijos para que aprendan a ser unos verdaderos psicópatas con el resto de pobres y a ser a su vez exponencialmente más pobres que los pobres de antes.

A.O.L.

Esta costumbre espuria y condescendiente de asegurar aquello de la nobleza y autenticidad de las gentes de los pueblos. Poca gente hay más miserable y cínica que el paisano de un pueblo o aldea, mezquinos, envidiososo hasta la psicopatía, tercos en la idiocia, de patética soberbia pueril, abyectos mentirosos compulsivos, guardeses y fieles perros del señorito. Aún así existe un grupo formado de excrecencia del propio pueblo, aquellos que teniendo alguna relación más o menos estrecha con él vuelven periódicamente de la ciudad a la que en su día emigraron, ya que estos guardan lo peor de ambos entornos, sin lugar a ninguna duda son lo más bajo de la condición humana. Es difícil encontrar algo más miserable que esta ralea excrecente.

A.O.L.

La democratización del Arte es la democratización de lo indemocratizable, la espuria miseria de la enfermedad neoliberal que ha generado una auténtica pandemia mundial del trastorno histriónico de personalidad, el timo, la farsa, la trampa más repugnante de la historia de la humanidad, el caso más flagrante de desposesión que se ha dado jamás.

A.O.L.

Nadie es profeta en su tierra, y menos aún cuando no se comparte con ella ni su idiosincrasia.

A.O.L.

Ten estratégicas amistades entre hienas y psicópatas, rodillas curtidas y resistentes, llámalo trabajo y sacrificio, y estarás en disposición de celebrar muchos éxitos defendiendo tu honestidad inquebrantable y tu genialidad innata.

A.O.L.

¿Que cómo se encuentra el arte de la música actualmente? El mundo entero está convencido plenamente de que una fuga realizada por un software, una orquestación que «suena» algo parecido a lo que el oído del humano actual percibe como orquesta y que ha sido realizada por un programador informático, la armonización de una pieza por parte de otro software perteneciente a la compañía de turno, los sonidos que es capaz de ensamblar un ingeniero de sonido desde la ausencia total de epistemología musical (y que en breve serán sustituidos por la llamada «Inteligencia» Artificial) etc, se toman como válidas por el auditorio, huelga describir en qué estado se encuentra el arte musical hoy en día, es imposible valorar el estado de salud de un muerto. Hoy la única pregunta lógica que puede formularse es ¿Qué se espera de la mecanización del sonido que para las masas plantean las transnacionales del sector tecnológico? No existe la Música como tal, solo un producto sonoro que la industria ha fabricado y ha mercantilizado como un generoso activo para que todo el mundo amueble los espacios que deja el «molesto» silencio. Y por supuesto incluyo ese artefacto en lo que se ha transformado la llamda música sinfónica de hoy, en un intento por parte de Silicon Valley de intentar barnizar de enjundia y tintes artísticos a los productos que genera cada vez de mayor obsolescencia mercantil, tengamos claro que según el credo neoliberal todo lo que se oponga a las leyes de productividad y mercado se encuentra en las antípodas del progreso, el Arte por lo tanto es el peor de los enemigos posibles para ese «progreso» que proponen los grandes capitales, se hace necesario por lo tanto hacerlo desparecer, crear algo que lo sustituya como actividad humana y cuya pulsión garantiza a dicho espejismo expresivo un nicho de mercado eterno, el think tank ya se encarga de catalogar como arte ese sucedáneo y de que el conjunto de la sociedad no lo cuestione jamás. El estado del «arte» de la «música» dependerá de lo que decidan las empresas del sector.

A.O.L.

Desde que la falta de perspectiva y la estulticia egocéntrica de una facción de las nuevas generaciones hiperalienadas ha tergiversado el sano concepto de «escandalizar» con el patético y absurdo concepto de «dar vergüenza ajena» y «molestar por déficit de atención», y las anteriores generaciones, que reniegan del envejecimiento natural e inapelable, se han sumado a esa actitud lamentable, no hay quien pise la calle sin sentir como la cochambre es capaz de manejar martillos hidráulicos.

A.O.L.

Si te desarrollas profesionalmente inmerso e institucionalizado por un Sistema de estercolero donde se promociona con vehemencia la mediocracia y la usurpación, si además el susodicho desarrollo se produce en un país, sociopolíticamente hablando, de estierco (también) que constituye la panacea de ese proceder, y lo haces con cierto éxito y «reconocimiento», se hace del todo innecesaria la conclusión de este pseudoaforimo.

A.O.L.

Hoy he sufrido una breve crisis de rememoración del pasado que afortunadamente ha desembocado en catarsis. Me han pasado por la mente todos y cada uno de los profesores o «enseñadores» que he sufrido literalmente desde muy joven en mi aprendizaje musical, en todos sus aspectos y formas, en todas sus variantes, y aún me sorprendo de cómo he podido superar toda aquella basura y llegar a ser un profesional, salvo por los dos Maestros a los que sitúo en las antípodas de esa legión de mediocres, casi puedo decir que soy completamete autodidacta, ya que para aprender realmente algo con los dos referidos tuve antes que desaprender y desembarazarme de todo el estiercol y los traumas que esa purrela me había generado. Realmente cuando se desea algo, a veces la voluntad lo es todo.

A.O.L.

Lo que más me aterra de escuchar la aserción «De la dignidad no se come» (también lo he escuchado con «Honestidad»), no es la veracidad o no de la misma sino la mirada y actitud de sabio condescendiente, paternalista y petulante que emana del fracasado que ha asumido sin turbación y se ha afincado voluntariosamente en semejante engendro.

A.O.L.

Llevo toda la vida escuchando eso de «Es que Fulano sabe venderse y eso es lo que tú no sabes», en la aserción «fulano sabe venderse» se percibe un grado de aceptación y admiración hacia el tal fulano y su miserable actitud, a la que vez que un reproche (seguramente fruto del cariño y el reconocimiento hacia mi persona) por mi irrefutable inutilidad a la hora de «venderme», además de una seria advertencia sobre mi obcecación en esa absurda posición o principio anacrónico, pueril y por lo tanto profundamente ilógico que me produce la queja. Sin embargo no puedo evitar seguir planteándome ¿Desde cuándo el concepto de «estar a la venta» ha dejado de ser peyorativo? ¿Desde cuándo convertirse en un activo y ser consumido como artículo es conditio sine quanom para todo? ¿Hemos asumido tan profundamente que somos el pescado en la pescadería, el trozo de carne en la carnicería, hasta tal punto en que ser docto en venderse es algo verdaderamente laudatorio? Finalmente el resultado es el que es, premia la «ciencia» del charlatán por encima de la Ciencia misma, es normal que la mierda inunde el mercado porque en el propio hecho de incluir en el mercado elementos que no son mercadeables se ha perdido el verdadero valor de algo que nunca fue producto y se ha tergiversado como tal para poder ser vendido. Se ha sustituido lo cierto, lo honesto, por lo que parece convincente para el ignorante de todo y a la vez medio informado de nada.

A.O.L.

Desde que la falta de perspectiva y la estulticia egocéntrica de una facción de las nuevas generaciones hiperalienadas ha tergiversado el sano concepto de «escandalizar» con el patético y absurdo concepto de «dar vergüenza ajena» y «molestar por déficit de atención», y las anteriores generaciones, que reniegan del envejecimiento natural e inapelable, se han sumado a esa actitud lementable, no hay quien pise la calle sin sentir como la cochambre es capaz de manejar martillos hidráulicos.

A.O.L.

Sentar cátedra estética partiendo exclusivamente del gusto o la preferencia personal es como sentar cátedra científica partiendo de la carta astral o las predicciones del tarot.

A.O.L.

Hoy el Premio nacional de cualquier cosa ha cotizado a 6 mamadas, 7 rayas de compadreo y 365 favores sin opción a devolución, el número de sujetos que optan al premio se eleva exponencialmente cada día por lo que las siguientes cotizaciones se prevén a la baja.

A.O.L.

El hombre del saco detestaba a los niños artistas y a los niños imbéciles porque el peso específico de sus egos eran desmesurados, lo mismo le ocurría con los niños políticos, pero en este caso era debido al peso de sus traumas.

A.O.L.

(Razón por la cual en Patraña existe hoy en día una cantidad inefable de artistas, imbéciles y políticos)

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«Que viene el coco» Goya – 1797

Mi derecho a sentar cátedra sobre todo aquello que me salga de los cojones está en directa proporción al derecho que tú mismo te otorgas de sentar cátedra sobre la Ciencia musical sin ser Músico ni contar con la suficiente formación en ella, si es que realmente posees alguna que se pueda tener en cuenta.

A.O.L.

Patria + España = Patraña, ese es todo el programa político de las formaciones políticas verticales del servicio y la mayordomía del amo, eso es todo lo que realmente te ofrecen, eso es todo lo que vas a tener.

A.O.L.

La educación musical a aficionados y diletantes es bastante peor que aquel Infierno donde el momento más cruel y doloroso se repite eternamente, porque durante la tortura debes sonreir y procurar sensibilidad al verdugo que clava el puñal de la estupidez en la entraña, pero puede ser más atroz cuando además las fronteras entre el aficionado y el hábil se difuminan.

A.O.L.

Hacer concesiones implica reconocer que el cliente siempre tiene razón, al extrapolar esto al Arte queda todo dicho.

A.O.L.

Desde que tomé conciencia de que el Arte es mi padre y la Creatividad es mi madre, de que el tercer personaje implicado, llámese eufemísticamente Cultura, llámese Educación, llámese Academicismo o Tradición, dependiendo de la latitud o contexto en el que nos encontremos, obedece a la desposesión, empresarialización y conversión en activos de la inocencia y la desinformación de las gentes por parte de una insaciable y estulta factoria global, desde que tuve claro que no hay nada mágico, y mucho menos honesto, en ese trinómio de personajes ficticios del acervo popular, mi resiliencia consiste en escribir o tocar, porque una parte de mí mismo se niega a dejar de ser un sujeto infantil y sigue soñando por las noches que encontrará, por obra de entes fantásticos, sus deseos de niño perfectamente ordenados sobre la mesa al levantarse. Ésto explica en parte la enormidad de «artistas» y «creadores» en el presente contexto socio-político, antiguamente el número era limitado porque la sociedad maduraba pronto, hoy, a la puerilización de la metodología se añade que la sociedad no madura nunca.

A.O.L

El concepto «No tener oído» ha mutado drásticamente, ha pasado de considerarse el argumento principal como para no practicar u opinar sobre Música a la causa fundamental para no ser capaz de discernir entre lo digital y lo humano, éste no es un «logro» de la tecnología y la Industria sino un fracaso estrepitoso del Ser Humano que se ha tragado con embudo la ponzoña de aquella. La Música se encuentra, hoy más que nunca, en las antípodas de la eufemística democratización, lo único que se ha expandido es la estulticia y la falta de discernimiento auditivo, y hoy ya es pandemia para gozo y cuantiosos beneficios de la Industria.

A.O.L.
Existen MULTITUDES que no soportan, entienden o realizan grandes esfuerzos (o ni siquiera eso) por ignorar, vilipendiar y despreciar toda la creación de vanguardia del siglo XX pero CONSUMEN apasionadamente toda la MIERDA que la Industria, en su producción pantagruélica de «Fast esthetic» o «Fast art», les fabrica para que necesiten exactamente eso que consumen y no levanten nunca la vista del morral. Normal que la digitalización anuncie estentóreamente conseguir «cosas», en la estupidez reside la temeridad y en el cretino y el cínico la garantía. Me dan cierta lástima algunas profesiones donde se habla de «intrusismo», para lo que ellos denominan así, en esta profesión se utiliza el término «democratizar»…

A.O.L.

No me otorgues tu reconocimiento de palabra si no te ha sido solicitado, quizá el motivo por el cual no te ha sido solicitado es que no se te considera lo suficientemente perspicaz como para poder otorgarlo.
«En Patraña, la dignidad, la honestidad y la deontología profesional son las principales fuentes de hambre, miseria y ostracismo»

Aforismos de cosecha propia sobre la Ciencia del «no me hagas perder más el tiempo y mucho menos me adules gratuitamente que te veo venir a leguas».

Quevedo, sobre el halago

Los rusos normalmente aciertan todas pero aquí no se incide suficientemente en lo que implica el concepto «Vecino»:

Al vecino, a los perros perturbados del vecino, a los desequilibrios psicológicos de la progenie del vecino, a la ansiosa necesidad de información (o a sus absurdas ficciones de no encontrarla) del vecino, etc. (En un pueblo ésto puede ser aún peor por el protagonismo que otorga la escasez de material humano).

Comprar una casa hoy puede resultar un seguro infierno en el futuro repleto de barrotes hipotecarios.

Y si te dicen: «¡Si no quieres ruido vete a vivir al campo!», porque ellos no están dispuestos a hacer nada por abandonar la estulticia, no sirve, es inútil, ya que en verano el vecino y sus huestes te encontrarán, en el «campo» remoto en el que te hayas refugiado, da igual en qué latitud se encuentre, y su estupidez vendrá exponencialmente elevada por aquello que llaman eufemísticamente «esparcimiento estival» en lugar de vandalismo de gentes con incontinencias.

Como bien decía Alejandro Dumas: «Como los cántaros, cuánto más vacíos están más ruido hacen… así son ciertas personas vacías».

Bien, pues el cántaro y sus cantaritos, van con la casa, hermano.

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