Archivos para septiembre, 2021

¿Que cómo se encuentra el arte de la música actualmente? El mundo entero está convencido plenamente de que una fuga realizada por un software, una orquestación que «suena» algo parecido a lo que el oído del humano actual percibe como orquesta, y que ha sido realizada por un programador informático, la armonización de una pieza por parte de otro software perteneciente a la compañía de turno, los sonidos que es capaz de ensamblar un ingeniero de sonido desde la estulticia y la ausencia total de epistemología musical (sujetos que en breve serán sustituidos por la llamada «Inteligencia» Artificial) etc, se toman como válidas por el auditorio, huelga describir en qué estado se encuentra el arte musical hoy en día, es imposible valorar el estado de salud de un muerto. Hoy la única pregunta lógica que cabe formularse es ¿Qué se espera de la mecanización del sonido que para las masas plantean las transnacionales del sector tecnológico? No existe la Música como tal, solo un producto sonoro que la industria ha fabricado y ha mercantilizado como un generoso activo para que todo el mundo amueble los espacios que deja el «molesto» silencio. Y por supuesto incluyo ese artefacto en lo que se ha transformado la llamada música sinfónica de hoy, en un intento, por parte de Silicon Valley, de barnizar de enjundia y tintes artísticos a todos los productos que genera cada vez de mayor obsolescencia mercantil. Tengamos claro que según el credo neoliberal todo lo que se oponga a las leyes de productividad y mercado se encuentra en las antípodas del progreso, el Arte por lo tanto es el peor de los enemigos posibles para ese «progreso» que proponen los grandes capitales, es del todo necesario por lo tanto hacerlo desparecer, crear algo que lo sustituya como actividad insita humana y cuya pulsión garantiza a dicho espejismo expresivo un nicho de mercado eterno, el think tank ya se encarga por un lado de catalogar como arte ese sucedaneo y por el otro de que el conjunto de la sociedad no lo cuestione jamás. El estado del «arte» de la «música» dependerá de lo que decidan las empresas del sector.

Los centros educativos hoy deberían empresarializarse un poco más, enseñar en exclusividad recursos informáticos, diseño de sonido e ingeniería audiovisual en lugar de seguir impartiendo estética musical, composición, instrumentación, interpretación de instrumentos musicales, orquesta, cámara, musicología musical (empresarial si por supuesto) y todo lo que implica epistemología del Arte de la Música, oponerse al devenir inexorable que marca el concepto de «progreso» – que ya han diseñado para la sociedad del presente y el devenir, sea lo que sea – es crear un tejido social repleto de futuras personas frustradas y completamente alienadas del mercado laboral, la música es el gran ejemplo de acumulación por desposesión que existe, al deshumanizarla por completo se ha suprimido para siempre una de las formas de expresión que caracterizan al humano en su esencia. Pero todo sacrificio es poco en pro de esto que ha quedado estipulado por el mercado de valores como único y sacrosanto «progreso».

Anuncio publicitario

Acabo de tener una interesante conversación con alguien que fue un antiguo alumno y hoy es un compañero apasionado en esta difícil profesión de la docencia de la Música, se llama Rodrigo y voy a proceder a reflejar aquí literalmente lo hablado porque me parece ciertamente interesante y en pocas palabras refleja a la perfección el estado de absoluta putrefacción en el que se encuentra el Arte musical a día de hoy, el peligro de la pseudociencia en manos de la ingeniería analfabeta regida por el fanatismo tecnólogo difícilmente discernible del talibanismo.

En el diálogo, identificaré a Rodrigo con su inicial R y a mí mismo con mi inicial A, procedo:

R: Buenas Alfonso, has visto esto?

A: Si, pero esto ya tiene un tiempo. Escribí sobre esta estupidez en mi blog en su momento.

En fin, la farsa de la IA mueve un capital inmenso, y por otro lado hacer una obra de un humano en base a un algoritmo es la mayor gilipollez que se les podía haber ocurrido, pero bueno, la pasta es mucha y mucho más cuando se da en esas cantidades, y claro la formación musical del auditorio es la que es hoy en día. En fin, así es el capitalismo cuando se pone en plan «científico».

Es como decir, la IA ha conseguido completar la teoría sobre los agujeros negros de Hawking en base a un algoritmo sobre lo que decía el buen señor. Aquí lo triste es el papelón de los «musicólogos» pero era de esperar, el de los músicos es el gremio más lamentable de bufones baratos que existe hoy en día, están dispuestos a vender a su madre por algo de pasta.

R: Eso creo, además que esto tiene peligro porque ahora van a ser programas informáticos los que «compongan» música dejando de lado a las personas. Es mucho más barato y fácil tener una máquina haciendo la labor de una persona.

A: Eso pretenden desde hace una década. A ver sino cómo explicas que los soportes de reproducción musical cada vez sean más cutres, el nivel compositivo cada vez más lamentable, la cultura del auditorio cada vez más exigua, la producción musical cada vez más simple y choricera, los estilos industriales de «música» de las nuevas generaciones cada vez más pobres y obsoletas. No se trata de trabajar en una Inteligencia Artificial capaz de crear como un ser humano sino de fabricar un público tan absolutamente paleto y gilipollas que se conforme con la mierda que diseñe una máquina, a base de imitar algoritmos convenientemente pre-fabricados.

Habla de estética musical y epistemología musical a cualquier persona que conozcas, incluso a «profesionales», y entenderás qué es lo que están haciendo y hacia dónde vamos a pasos agigantados, el oído se ha atrofiado, la experiencia estética ya no existe y la música es algo muerto, y algo muerto se puede recrear perfectamente con una máquina. Otra cosa es que esa mierda sea alguna vez música según los parámetros objetivos de la estética y el Arte hasta el siglo XX. Según los parámetros empresariales del neoliberalismo siglo XXI desde luego que si. En fin, hacia ese estercolero paleto nos dirigimos sin remisión ni dilación.

R: Pues si, una pena la verdad vamos hacia un mundo donde el ser humano se volverá cada vez más inútil y más dependiente de las máquinas.

A: (Añado un artículo breve de Catherine Muñoz titulado «La Inteligencia Artificial y la Pseudociencia», uno de los miles sobre el asunto que existen sobre esta religión posmoderna sobre la que gira todo hoy en día, sobre todo el capital de las transnacionales tecnológicas, y respondo…).

Exactamente, mira, una señora planteando la falibilidad de algo en lo que ella misma trabaja, y habla de algo físico, extremadamente lejano e incluso opuesto al propio hecho creativo de cierta enjundia. En fin, prestarse a las pseudociencias por pasta es lo que tiene. Patético, deplorable, pero así se comienza a hacer del ser humano un elemento de rebaño completamente estulto y sin posibilidad de redención en un futuro cercano. La IA para aparentar ser inteligente necesita de un ser humano cada vez más imbécil, sino se descubriría que no es más que una quimera absurda.

R: Pues si, es la ironía de esto. Las máquinas más inteligentes que el hombre que las crea.

A: Que el pueblo llano, el que maneja la pseudociencia de la IA es más «listo» que ambos, no son ni originales.

R: Así lo creo yo…

A: (Añado este otro artículo de la prensa del think tank del sector…)

https://rpp.pe/tecnologia/innovaciones/inteligencia-artificial-este-algoritmo-reversiona-canciones-y-crea-nuevos-temas-aprendiendo-de-artistas-pop-rock-y-blues-frank-sinatra-luis-fonsi-katy-perry-eminem-y-otros-ya-han-sido-versionados-noticia-1262627

(y continúo respondiendo…)

¿Entiendes de que va esta soberana estupidez? Pero cuentan con el capital y los medios apisonadores de las industrias transnacionales, tienen el poder de convicción que generan capitales ingentes y un número infame de sicarios de todas las áreas para simplemente vender el producto, tergiversan la realidad, convencen al personal de que el acto creativo no necesariamente es una forma de expresión natural, es decir, deshumanizan la música del mismo modo que los nazis deshumanizaban al judio, y desposeen así al hombre de su propia capacidad de expresión ya que esta deja de ser humana para convertirse en una serie de elementos «explicados» por el neuropsicólogo en nómina de la empresa en cuetión. ¿Qué chaval o quien sea no va a ser convencido de ello contando con esos medios? Nadie, ¿y si además su conocimiento sobre música es nulo como es habitual? No hacen con la música otra cosa diferente a lo que hacen con el resto, Harvey lo llama «acumulación por desposesión». Desposee al ser humano de su propia humanidad y la IA lo tiene tan fácil que suena hasta ridículo.

¿A quién vas a creer a un compositor o a una empresa que maneja más capital que el PIB de toda una nación africana? Pues eso…

R: Puff! madre mía, pero esto existe ya en todos los ámbitos. Quien tiene el dinero tiene el poder. Los lobbys manejan el mundo.

A: Exactamente, y paradójicamente si haces creer a la gente que cualquiera es capaz de hacer cualquier cosa, «democratización del arte», el eufemismo que más daño ha hecho al Arte en la historia de la humanidad, ya que no es otra cosa que la vulgarización de la creatividad cercenando de raíz toda la epistemología, haciéndola incluso detestable o indeseable (como dejaba caer Carl Sagan), y asegurando al personal que realmete lo que hace es liberarle de algo cuando lo que hace realmente es destrozarlo por completo, acto seguido viene la IA a hacer «fast music» con la misma calidad que la comida de un Burguer King. Así somos…

R: Así es, menú musical, su pedido a domicilio.

A: Exacto, La Decíma de Beethoven para empezar.

R: Acompañada de ración mediana de Mozart con Brahms.

A: ¿Quiere la variaciones de la sonata muy hechas o en su punto caballero?