Es verdaderamente ridículo todo esto, la «filosofía» (perdón por utilizar este término para conceptuar cualquier teoría capitalista) del Capitalismo, el peor cáncer que la mente enferma y subdesarrollada del engendro más infame, puerilmente avaricioso y estúpidamente soberbio que ha podido resultar de la «Evolución», el Ser Humano, que ya siendo parte de la idiosincrasia del engendro en cuestión, considera un acto de Inteligencia incostetable el hecho de sacar provecho hasta exprimirlo de cualquier recurso, siguiendo la estúpida carrera del virus que matando al huesped se mata a sí mismo (aunque no se extinga, porque incluso el virus es infinitamente más «inteligente»), muy lejos incluso de la lógica del infame parásito, que le sobrevive. Y es un acto de Inteligencia indiscutible porque forma parte del propio instinto de gilipollas connatural al engendro, que bajó del árbol, aprendió a utilizar herramientas, luego a fabricarlas, llegando a un estado de sofisticación tecnológica inpensable, en constante crecimiento, a la vez que, paradójicamete, en cuanto a sofisticación del discernimiento quedó anclado en el día siguiente de bajarse del árbol (que seguramente fue un domingo después de misa). Y es inteligente porque claro, ¿quién puede contraargumentar esto? «Soy el que más tengo y por eso soy el más listo». Así está el tema tras un cuarto de millón de años desde aquel día en que un mono se puso a hacer equilibrios sobre dos patas.
Es realmente lamentable (y yo al menos me sigo frotando los ojos cada día) observar cómo nuestro mundo, el del Humano, porque el Planeta seguirá aquí después de nuestra saludable extinción, recuperando el oxígeno a bocanadas, recuperando vida y energía, como el enfermo que ha superado una enfermedad mortal y ha visto sentarse a la muerte a los pies de su cama, cómo nuestro mundo (retomo) se va a la mierda a la velocidad de la luz ya, nos han abocado a una tragedia suicida sin precedentes que les lleva (nos lleva a todos) a la extinción, y van a estar pensando hasta el último segundo antes del finamiento, con su Inteligencia desbordante e indiscutible:
«¡¡A ver qué tajada puedo sacar de esta nueva coyuntura, esta oportunidad que se me ofrece, antes muerto que no ser un emprendedor libertario!!»
🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣
Realmente esta Especie, que lo fue y que ahora ya no se sabe ni lo que es, es patética.
¡Venga, listos del mundo, que lo dirigís tan sabiamente que en menos de 200 años estáis acabando con él, con vuestra «filosofía» de machote y mono-Dios todopoderoso, corred a incar vuestro escólex (de parásito, tomadlo como un cumplido) en el último reducto limpio de la Tierra para extraerle hasta la última gota de la mierda que os de poder, control y por supuesto sexo esclavo, que el cronómetro ya se ha iniciado.
Decirse «hasta luego Lucas» en el mismo instante de diñarla con el móvil de última generación fabricado con tierras raras de la Antártida, convertida en chiringuito playero con 200 mil millones de misiles en la trastienda (uno para cada hormiga) debe de ser emocionate (grabarlo, subirlo a YouTube y convertirse en influencer para las cucarachas que sobrevivan debe proporcionar hasta fugaz orgullo y unos padres satisfechos de la proyección de su hijo, padres e hijo, acto seguido, muertos claro), nos vamos a morir todos tios pero vamos a tener una computación, una IA y una cobertura de puta madre… ¡Felicidades!
P.D. Me voy a escribir música, o lo que sea esto, porque con algo tendrán que divertirse las amebas y los insectos que aquí queden.
Ah, y no se os olvide hacer mucho ruido hoy, todo el que podáis, así no pensáis.
Fuente y fotografía de http://www.metro.pr